Hoy es 8 de abril.
Hoy comencé a contar más mi historia, necesito verbalizar lo que tengo.
De una forma terapéutica o metafórica “expulsarlo”.
Papá ya sabe, lo llamé luego de 2 llamadas perdidas y se lo tomó con calma cuando hablamos por teléfono, él ya pasó por algo así hace 20 años.
Cada uno pasa por algo diferente y lo vive de diferente manera, porque ninguna historia es igual.
(Sí, ya lo dije en la entrada anterior)
Por otras casualidades de la vida, la Dani (mi medio cielo, ese es nuestro apodo compartido, así como también recordé que tenemos un tatuaje compartido; un Woodstock de Snoopy y porque también hay otras historias de fondo que otro día contaré) me comentó que un día antes vio un reportaje de monjes sanadores, no me cierro a ello porque en este minuto, todas las herramientas que sirvan para luchar con lo que se viene son válidas. No hay restricción (Bueno sí, el azúcar que será mi mayor enemigo), necesito comer bien, necesito comenzar a cambiar el pensamiento y comer más verduritas y calcios y todas esas cosas que no le tomamos el peso antes de enfrentar una enfermedad.
Veo mi visión board y quizás también decreté una buena alimentación meses antes, solo que no pensé que a este costo, pero insisto de tratar de tomarme todo con humor.
Fue otro sábado de películas y amorcito de amigas, el hacer nada me hace bien de vez en cuando. La Ale (la novia de la Dani) también me mimó con cositas ricas para comer y su bacán disposición, de hecho me hizo un mariscal con “Kalanchoe“, una planta que se ha hecho conocida por su buen efecto en tratamientos contra el carcinoma. También confío en ello.
Hoy escuché a una amiga llorar conmigo, quiero seguir diciéndole que todo estará bien. Porque en este minuto estoy tranquila y necesito que ella también lo esté para cuando yo no tenga la fuerza. Sé y me mentalizo que saldré de esto, porque aunque “soy fuerte”, es solo una gran prueba que debo pasar. En un minuto de la conversa también me dijo “aceptaré ver Sex&TheCity por ti” aunque no haya sex y solo city, reí y pensé en la serie. En esta situación pasaré a ser definitivamente Samantha, jajaja. Reímos y le reafirmé que saliendo de esto me quiero seguir comiendo el mundo.
Hoy abrazo fuerte a mi amiga Coté, que no lo está pasando para nada bien. Su Otrito también tiene cáncer, y como hablamos esa vez a los perritos solo podemos darles sus mejores últimos días cuando sufren de esto, me da pena la situación, me da pena verla triste porque es lo que uno menos quiere enfrentar con sus perrhijos. Sin embargo, en nuestra conversación me quedó algo importante que me dijo; que yo sí puedo luchar por años más de vida. Eso también me entrega esperanza.
Hoy abracé más a mamá, a la Elsie.
Es extraño cómo suceden las cosas, solo espero lo mejor…
◘ F L A A A A N ◘ 